La palabra oenofilia es relativamente joven. Fue creada por una joven neoyorquina, Shirley Copperman, como reclamo creativo y
publicitario para un nuevo restaurante que abría en Manhattan: Oenophilia. Colocaba pancartas publicitarias en las que se podían leer textos como: “si el nombre le sugiere una enfermedad rara que no le gustaría coger”, otro cartel en la ventana decía “puede que ya la tenga”. Desde luego original e innovadora si que era.
Ya tenéis un término más para denominar con propiedad a los conocedores o amantes del vino. A los que disfrutan de una copa de vino no solamente alrededor de una buena mesa, sino también en una tertulia social, con un gran libro, cocinando o simplemente contemplando un paisaje.
No os preocupéis que aunque el término se las trae, no son peligrosos.
🍷🍷🍷❤️❤️❤️
He realizado una tesis sobre refranes y locuciones sobre el vino, si queréis información, pedirla. Además las he traducido al inglés. Ahí lo dejo.
Gracias Laura. Lo tendremos en cuenta